Mi Fantasía Sexual
Una joven muy atractiva llegó a la casa de su amigo para quedarse por un tiempo. Él, obsesionado con ella desde hace tiempo, no podía evitar espiarla cada vez que se bañaba, observando por la rendija de la puerta. Un día, mientras exploraba su habitación, descubrió una colección de dildos y fotos sensuales. También encontró evidencias de su afición por atar a sus parejas sexuales. Intrigado y excitado, decidió probarse uno de los trajes que ella usaba en sus encuentros y se masturbó mientras miraba las fotos.
Una mañana, la joven salió a correr, y al regresar, se sintió estimulada. Decidió subir a su habitación para encender velas y disfrutar de un momento a solas. Sin embargo, al entrar en su cuarto, descubrió a su amigo escondido allí, invadiendo su intimidad. Sintiéndose traicionada, lo confrontó de inmediato, pero su amigo, avergonzado, le suplicó que no le dijera nada a nadie, temeroso de las consecuencias. Ella, viendo la oportunidad, decidió darle una lección.
En lugar de delatarlo, la joven aprovechó la situación para cumplir sus propios deseos. Lo ató, cumpliendo una de sus fantasías más perversas, y tomó el control. La dinámica entre ellos cambió radicalmente, y él, ahora atrapado, se convirtió en un peón de sus juegos más oscuros. La obsesión y la tensión reprimida finalmente encontraron una salida, aunque en términos que él jamás habría imaginado.
Pésimo