Madura De La Selva
Una mujer madura decidió reunirse con su amiga en el parque, pero mientras esperaba, un joven misterioso se le acercó. Ella lo rechazó inicialmente, considerando su juventud, pero el chico persistió y le propuso salir a comer. Tras un rato de espera y al ver que su amiga no llegaba, la mujer reconsideró su decisión y aceptó acompañarlo, sin mucho que hacer en la tarde.
El joven llevó a la mujer a su departamento, donde comenzaron a conversar. Él la elogiaba por cómo se conservaba a pesar de su edad, lo que la hizo sentir halagada. Sin embargo, la atmósfera se tornó intensa con el calor del verano; las manos del joven comenzaron a inquietarse y a acariciar el cuello de la mujer, revelando sus intenciones. Poco a poco, ella se dejó llevar por la atracción y el ambiente cálido que los rodeaba.
A medida que la seducción aumentaba, la mujer se entregó a la pasión del momento. Las barreras que había levantado comenzaron a desvanecerse, y ambos se dejaron llevar por el deseo. El encuentro culminó en una experiencia de placer y conexión, donde el calor de sus cuerpos se unió en una danza de deseo y satisfacción, marcando un giro inesperado en su tarde.