La Sirvienta Venezolana
Clara, una joven venezolana llena de energía y con una belleza natural que no pasaba desapercibida, llegó a la casa de Antonio en busca de trabajo como empleada doméstica. Antonio, un hombre de mediana edad, amable y respetuoso, se sintió impresionado no solo por su apariencia, sino por su actitud profesional y su disposición a trabajar con dedicación. Después de una breve entrevista, le ofreció el puesto y le explicó las condiciones laborales, que incluían usar un uniforme, aunque algo más moderno de lo que ella esperaba. Clara, después de leer cuidadosamente el contrato y confirmar que todo era respetuoso y consensuado, aceptó el trabajo y se preparó para su nuevo rol.
Con el pasar de los días, la relación entre Antonio y Clara fue desarrollándose de manera natural. Él siempre fue claro y directo con ella, y Clara, a su vez, mantenía una actitud profesional, aunque la chispa de atracción entre ambos se fue haciendo cada vez más evidente. Compartían conversaciones amenas durante los descansos, y una cálida complicidad comenzó a formarse. Aunque el trabajo de Clara era puramente doméstico, ambos se daban cuenta de que algo más estaba creciendo entre ellos, pero ninguno quería forzar la situación. Siempre había un respeto mutuo, y cualquier acercamiento se daba de manera consentida y con miradas cómplices.
Una tarde, después de una larga jornada, Antonio y Clara se quedaron en la habitación charlando más de lo habitual. La tensión entre ellos, lejos de ser incómoda, se había transformado en un sentimiento compartido de atracción. Fue en ese momento que, con un suave gesto, Antonio le preguntó si podía besarla. Clara, con una sonrisa sincera, asintió. Se besaron lentamente, disfrutando el momento sin prisa, sabiendo que lo que estaban iniciando era algo genuino y consensuado. Ambos entendían que cualquier paso que dieran adelante sería con respeto y sin presión, construyendo una relación basada en confianza y mutuo acuerdo.
Cuanto pagan yo quiero.
Que linda que es ojalá que haga más videos asi