El Pecado
Diego llegó a la casa de playa de su madrastra después de varios años sin visitarla. El lugar seguía igual de cálido y acogedor, pero lo que realmente le llamó la atención fue su hermanastra, Valeria. Ahora, con 20 años, había crecido y cambiado mucho desde la última vez que la vio. Era una joven atractiva y sensual, Diego no pudo evitar notar cómo había madurado. Valeria le contó que tenía una relación a distancia con su novio en Alemania, pero mientras los días pasaban en esa tranquila casa frente al mar, Diego empezó a notar algo extraño. En una ocasión, mientras paseaba por el pasillo, la descubrió teniendo chats subidos de tono con su novio. Los mensajes eran apasionados y explícitos, algo que Diego no pudo quitarse de la cabeza.
Con el pasar de los días, la tensión en la casa de playa empezó a cambiar. Diego y Valeria, que al principio mantenían una relación de hermanastros distantes y educados, comenzaron a pasar más tiempo juntos. Se reían de cosas tontas, caminaban por la casa y compartían momentos juntos en el sofá. Sin embargo, había algo más entre ellos, una tensión silenciosa que iba creciendo con cada conversación y cada roce accidental. El ambiente cargado de calor y la cercanía constante los empujaba a una interacción más sexual. Valeria, a pesar de su relación a distancia, no parecía rechazar la cercanía de Diego, y él no pudo evitar sentirse atraído por ella de una manera que nunca antes había imaginado.
Una noche, esa tensión finalmente alcanzó su punto más alto. Diego entró en la habitación de Valeria para entregarle el celular que había dejado en la sala, pero la encontró masturbándose en la cama, mirándolo con una mezcla de nervios y deseo. Sin decir una palabra, la temperatura entre ambos se hizo mayor y antes de que pudieran detenerse, se acercaron. Sus labios se encontraron en un beso lento pero cargado de emoción. Lo que había empezado como una curiosidad se transformó en algo mucho más ardiente y prohibido. Los dos jóvenes sabían que lo que estaban haciendo no estaba bien, pero en ese momento, la atracción era más fuerte ambos terminaron teniendo sexo descontrolado.